Novena historia de la serie del inspector Méndez, (la primera que leo).
Méndez es un policía a punto de jubilarse que se parece mas a Harry el sucio que a un abuelito, lleva un pistolón gigante, tiene una punteria mortifera y un estomago a prueba de los platos del dia de las tascas mas cutres de Barcelona.
Y dicho esto, al lío. En un atraco dos ladrones matan a un niño durante la huida, uno de ellos logra escapar y el otro acaba en la cárcel, cuando el enchironado ya está en la calle aparece su compinche asesinado, el superviviente, Leónidas, que esta forrado a base de negocios que no se detallan pero que muy honestos no parecen, está convencido de que el asesino es el padre del niño que se gana la vida como guardaespaldas y decide adelantarse y en medio tenemos a Méndez que vigila al padre para intentar detenerlo por el asesinato y a la vez lo protege de las acometidas de Leonidas.
Novela de raro comienzo, supongo que para quien esté introducido en la saga lo pillará en seguida pero a mi me desconcertó un poco, conforme iban pasando las paginas me fue gustando más y aunque el tal Méndez a veces resultaba un tanto increíble tenia su puntillo.
Hay escenas un tanto exageradas pero en general esta bien, para pasar un rato agusto.
RECOMENDABLE
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